En 1841, con la vuelta de los progresistas al poder bajo la regencia de Espartero, se extiende la desamortización eclesiástica, iniciada en 1836, a los bienes del clero secular. En la ley del 2 de setiembre de 1841, se alude a la venta de las propiedades del clero secular: “Todas las propiedades del clero secular en cualquiera clase de predio, derechos y acciones que consistan, de cualquier origen y nombre que sean, y con cualquier aplicación que hayan sido donadas, compradas o adquiridas, son bienes nacionales”.
Para mantener el clero y sus funciones pastorales, se había creado un capítulo en los presupuestos del estado, la llamada “Contribución de Culto y Clero”, sustituyendo al desaparecido Diezmo. Los eclesiásticos pasaron a ser similares a funcionarios públicos a cambio de un salario que les pagaba el gobierno.
Dos años mas tarde, se subastaron, según refleja el Diario de Avisos de Madrid bajo el título “Venta de bienes nacionales”, las “Fincas rústicas que en el término de Ajalvir pertenecieron a la fábrica de su iglesia, en el partido de Alcalá de Henares” y “Fincas rústicas que en el termino del pueblo de Ajalvir pertenecieron al curato del mismo en el partido de Alcalá de Henares”, sumando alrededor de 100 fanegas.
En el periódico diario “El Católico”, que se publicó entre 1840 y 1857, aparece una carta particular el 17 de diciembre de 1841, donde se cita al cura de Ajalvir, al parecer nada satisfecho con la entrega de los bienes de la iglesia:
“Digo esto porque acabo de saber por un mensagero que viene de Alcala de Henares, como se halla en aquella carcel nacional preso y encausado el celoso cura de Ajalvir D. Pedro Mateos, por haber hecho una manifestacion (ignoro a quien la ha dirigido) al tiempo mismo de entregar los bienes de la iglesia en el dia 1º de octubre. El fiscal ha pedido contra el cuatro años de asistencia a los hospitales peninsulares, embargo de temporalidades, costas con apercibimiento, segun me escribe el preso en una esquelita, en la cual añade: ... Aqui entregamos los bienes de la Iglesia con lagrimas y silencio porque creiamos inutil hablar ...”
El último Libro de Fábrica de Ajalvir termina el 21 de octubre de 1841, con la firma del Cura Párroco Don Pedro Mateos.
Para mantener el clero y sus funciones pastorales, se había creado un capítulo en los presupuestos del estado, la llamada “Contribución de Culto y Clero”, sustituyendo al desaparecido Diezmo. Los eclesiásticos pasaron a ser similares a funcionarios públicos a cambio de un salario que les pagaba el gobierno.
Dos años mas tarde, se subastaron, según refleja el Diario de Avisos de Madrid bajo el título “Venta de bienes nacionales”, las “Fincas rústicas que en el término de Ajalvir pertenecieron a la fábrica de su iglesia, en el partido de Alcalá de Henares” y “Fincas rústicas que en el termino del pueblo de Ajalvir pertenecieron al curato del mismo en el partido de Alcalá de Henares”, sumando alrededor de 100 fanegas.
En el periódico diario “El Católico”, que se publicó entre 1840 y 1857, aparece una carta particular el 17 de diciembre de 1841, donde se cita al cura de Ajalvir, al parecer nada satisfecho con la entrega de los bienes de la iglesia:
“Digo esto porque acabo de saber por un mensagero que viene de Alcala de Henares, como se halla en aquella carcel nacional preso y encausado el celoso cura de Ajalvir D. Pedro Mateos, por haber hecho una manifestacion (ignoro a quien la ha dirigido) al tiempo mismo de entregar los bienes de la iglesia en el dia 1º de octubre. El fiscal ha pedido contra el cuatro años de asistencia a los hospitales peninsulares, embargo de temporalidades, costas con apercibimiento, segun me escribe el preso en una esquelita, en la cual añade: ... Aqui entregamos los bienes de la Iglesia con lagrimas y silencio porque creiamos inutil hablar ...”
El último Libro de Fábrica de Ajalvir termina el 21 de octubre de 1841, con la firma del Cura Párroco Don Pedro Mateos.
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