El Hospital de Ajalvir

Ya desde el siglo XV existía en la mayoría de las poblaciones un local denominado “hospital”, una casa en la que se atendía y se daba de comer a los pobres y viajeros.

Así, en las respuestas de Ajalvir a las Relaciones topográficas de Felipe II en 1576, responden:
    “A los cincuenta y cuatro capitulos respondieron que en esta dicha villa hay un hospital, que el concejo de la dicha villa hizo y sustenta como patron, e que no tiene de renta sino cinco medias de trigo de una tierra, que un vecino particular le mando, y la limosna que el mayordomo allega entre la buena gente del pueblo, e todo lo demas gasto que tiene el concejo lo suple”.
y en las respuestas al Catastro de Ensenada en 1752:
    "A la treinta: Que en esta villa solo ay una Casa con el nombre de Hospital, sin que tenga otra renta que la de una fanega de tierra, por la que dan otra de Trigo".
Existía entonces también un pósito, institución de carácter municipal destinado a mantener acopio de granos, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los años difíciles. Ambos, hospital y pósito, aparecerán citados conjuntamente en el siglo XVI en el libro I de Fábrica de la Iglesia, y mas tarde, en los Diccionarios del siglo XIX:
    “..., 250 vecinos, 1.000 hab., 1 parr., 2 erm., 1 hosp., 1 posito”.
    Sebastián de Miñano y Bedoya. Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal. 1826.

    “Tiene 276 vecinos, 1.110 habitantes, una parroquia, y dos ermitas, un hospital, un posito y un estanco”.
    Francisco de Paula Mellado. España geográfica, histórica, estadística y pintoresca. 1845.

La última referencia conocida del hospital de Ajalvir aparece reflejada en la “Gaceta de Madrid” del 26 de agosto de 1867, como uno de los bienes de Beneficiencia enajenados:
    “Direccion general de contabilidad de la hacienda pública. Bienes de beneficencia e instrucción pública. Ventas posteriores al 2 de octubre de 1858....Beneficencia. Mes de abril de 1865. Hospital de Santa María de Ajalvir. ...”


El último órgano de la Iglesia

En estos días que se ha dado a conocer la noticia de la restauración del histórico órgano de la Iglesia de San Pedro el Viejo de Madrid, una pieza única del último miembro de la dinastía de los Echevarría, “Organeros del Rey” como se hacían llamar, no podemos dejar de recordar que uno de sus miembros, José de Echevarría, fue quien construyó en 1799 el último órgano de la Iglesia de Ajalvir.

De tres órganos hay constancia que existieron en la Iglesia de Ajalvir: el primero, construido en 1597 por Martín Sánchez, que continuará durante toda la vida de la Iglesia anterior, con sus múltiples reparaciones y limpiezas durante casi 200 años. Un segundo órgano, de 1784 por Thomás Romero, durará menos de 15 años, desde la terminación de la cabecera al final de la construcción de la Iglesia actual. El tercero, y último, será construido por Joseph de Echevarría en 1799, al no poder emplear el anterior. Cien años después se pierde su pista.


En 1769 se construye la nueva cabecera de la Iglesia, y en 1776 se terminan las obras de la torre, y se comienzan las diligencias para construir el resto de la Iglesia, que tardará varios años en autorizarse. Mientras tanto, en pocos años, con el aumento de los caudales disponibles, encargan un órgano nuevo, e intentan realizar también un nuevo retablo, que será paralizado por el visitador.

En 1784 se paga el nuevo órgano a Thomas Romero, “Maestro organero en la villa de Madrid”, y en 1786 el mismo le realizará mejoras.


Hasta 1792 no se concede permiso para continuar las obras, construyendo el nuevo cuerpo de Iglesia. Al año siguiente se realiza inventario de todas las existencias de materiales, y en 1796 se terminará la obra.

Durante los años de 1794 a 1797, y mientras se realizaba la obra del cuerpo de la Iglesia, el órgano estuvo almacenado en una casa particular, “frente al Zementerio de esta parroquia”, pagándose un alquiler por ello.

Acabada la obra de la Iglesia, en la Visita periódica a la Iglesia de Ajalvir, mandó el visitador se colocara el órgano, que había estado varios años almacenado y el mayordomo acababa de “conducirle” a la tribuna de la iglesia. Se llamó a Thomas Romero que lo había construido anteriormente para que lo reconociera, pero parece ser que no debía estar en muy buen estado, ya que aunque el visitador indicaba que “... le coloque en la tribuna y parte mas comoda de ella, componiendole de quanto necesite, hasta dexarle a la mayor perfeccion ...”, se construyó otro nuevo de manos de Joseph de Echebarría, interpretando muy ampliamente el mandato: “... el Organo nuevo, que se ha hecho y colocado en esta parroquia a virtud de providencia dada en la proxima anterior visita, ...


En 1799 se paga el nuevo órgano para la Iglesia de Ajalvir a “... Joseph de Echebarria Maestro organero de la Capilla Real y vecino de Madrid su data en esta de Axalvir a diez y ocho de octubre de mil settecientos nobenta y nuebe: y de Joseph Ripol tallista y escultor en dha villa …

En 1801 se pagaría una puerta para la entrada al órgano, y la limpieza y composición de las vidrieras de la Iglesia “... que con motivo de la obra del organo y mucho polbo se habian desplomado y llenado de polvo, ...”

En 1823 Jose Gabriel de la Plaza realiza apeo y reparo del organo. En 1877 todavía existía este órgano, siendo reparado por Pedro Cogolludo, y todavía en 1880 el sacristán seguía recibiendo una asignación anual como organista.


Joseph de Echebarria


Joseph Echebarria, Maestro artifice de organos de Su Magestad vecino de la villa y corte de Madrid,
… Asi aparece en 1787 en la escritura de obligación de hacer un organo para la Iglesia de Osma. Y en 1777, para el organo de la ermita de Talavera, … y de la otra parte don Joseph de echevarria Artifice de organos de su Magestad que Dios guarde y afinador de la Real Capilla vezino de la villa y Corte de Madrid …


Joseph de Echebarria Maestro organero de la capilla Real y vecino de Madrid ... Fue organero de la Capilla Real y de las Descalzas Reales desde 1771 hasta su muerte en 1804.


En 1799 reformará el órgano de la Catedral de Segovia, que había sido construido en 1702 por su abuelo Pedro de Liborna Echevarría, fundador de una dinastía de organeros castellanos, titulados todos ellos como “Organero del Rey”.


La influencia de los Liborna Echevarría, organeros de la Capilla Real, empezó en Madrid en 1689 y no terminó hasta 1853, a la muerte de José Marigómez de Echevarría, sobrino del último miembro del tronco directo, José Liborna Echevarría.

En el Monasterio de Guadalupe, que ya contaba con cuatro pares de órganos en el siglo XVI, destaca el construido en 1702 por Pedro Liborna y Echevarría y colocado en la capilla de San Nicolás de Bari, o el construido en 1754 por Pedro Echevarría, y modificado por José Echevarría, ambos organeros del rey. De la misma forma, en El Escorial construirá en 1704 los cuatro órganos que sustituyen a los construidos por Giles Brebos.

En el coro de la Capilla de la Universidad de Salamanca, el organo conserva en el secreto la inscripción “Don Pedro de Liborna Echevarria maestro de órganos del rey Felipe quinto que Dios guarde me fecit. Anon 1709”. Es el mismo organero que realizará los de la Catedral de Toledo, El Escorial y la Catedral Nueva de Salamanca, este en 1744.

Su sobrino, José Marigómez de Echevarría, su sucesor como organero y afinador de la Real Capilla, construirá en 1832 el órgano del Convento de Nuestra Señora de la Victoria, situado en la Puerta del Sol, según una inscripción en el interior del arca del instrumento, que será trasladado en 1836 a la Iglesia de San Pedro el viejo de Madrid, al ser demolido el Convento a consecuencia de la desamortización de Mendizabal.