La Cruz de la Iglesia

En el proyecto de la terminación iglesia del Arquitecto Manuel Machuca de 1780, que sería modificado años después, ya aparece rematado el frontón de la portada de la iglesia de Ajalvir con una cruz.


Años mas tarde, en 1828, entre los mandamientos de la visita realizada por el visitador del partido de Alcalá, Don José González Calderón, que además era cura de la parroquia de Ajalvir, ordena:

“La Cruz de piedra, con que estaba adornada la fachada principal del templo fue derrotada por una exhalacion en Junio de 1826, y siendo conveniente reponerla, encargo su Md. al Mayordomo cuide de hacer esta obra, ajustandola con el Maestro u oficial que sea inteligente”.

No sabemos nada mas de ella, pero en el siglo XX aparece de madera, sobre pedestral de piedra, donde preside la fachada de la iglesia, como se observa en la fotografía durante la restauración de 1981:


(del Libro-Guía del visitante de la Parroquia de la Purísima Concepción de Ajalvir . 1995)

El 11 de mayo de 1995 se inauguró la restauración de la Iglesia de Ajalvir, y en la entrevista concedida a La Comarca por el obispo de la diócesis de Alcalá, Don Manuel Ureña, se cita como “hoy mismo se ha puesto una cruz en esta iglesia de Ajalvir”, y “por fin se ha colocado la cruz de piedra en la iglesia”. El párroco Don Gonzalo Ruperez, en su homenaje de despedida, también se refiere a la cruz: “... la cruz que hemos colocado presidiendo la fachada principal de nuestra iglesia ...”

Por segunda vez, que conozca, la cruz de piedra se volvio a caer al suelo, ¿fue antes o después de este año de 1995? ¿se sustituyó la anterior por una nueva de piedra, o sustituyendo a la que cayó?





Cruz en la actualidad

Don Pedro Mateos

En 1841, con la vuelta de los progresistas al poder bajo la regencia de Espartero, se extiende la desamortización eclesiástica, iniciada en 1836, a los bienes del clero secular. En la ley del 2 de setiembre de 1841, se alude a la venta de las propiedades del clero secular: “Todas las propiedades del clero secular en cualquiera clase de predio, derechos y acciones que consistan, de cualquier origen y nombre que sean, y con cualquier aplicación que hayan sido donadas, compradas o adquiridas, son bienes nacionales”.

Para mantener el clero y sus funciones pastorales, se había creado un capítulo en los presupuestos del estado, la llamada “Contribución de Culto y Clero”, sustituyendo al desaparecido Diezmo. Los eclesiásticos pasaron a ser similares a funcionarios públicos a cambio de un salario que les pagaba el gobierno.

Dos años mas tarde, se subastaron, según refleja el Diario de Avisos de Madrid bajo el título “Venta de bienes nacionales”, las “Fincas rústicas que en el término de Ajalvir pertenecieron a la fábrica de su iglesia, en el partido de Alcalá de Henares” y “Fincas rústicas que en el termino del pueblo de Ajalvir pertenecieron al curato del mismo en el partido de Alcalá de Henares”, sumando alrededor de 100 fanegas.


En el periódico diario “El Católico”, que se publicó entre 1840 y 1857, aparece una carta particular el 17 de diciembre de 1841, donde se cita al cura de Ajalvir, al parecer nada satisfecho con la entrega de los bienes de la iglesia:

Digo esto porque acabo de saber por un mensagero que viene de Alcala de Henares, como se halla en aquella carcel nacional preso y encausado el celoso cura de Ajalvir D. Pedro Mateos, por haber hecho una manifestacion (ignoro a quien la ha dirigido) al tiempo mismo de entregar los bienes de la iglesia en el dia 1º de octubre. El fiscal ha pedido contra el cuatro años de asistencia a los hospitales peninsulares, embargo de temporalidades, costas con apercibimiento, segun me escribe el preso en una esquelita, en la cual añade: ... Aqui entregamos los bienes de la Iglesia con lagrimas y silencio porque creiamos inutil hablar ...


El último Libro de Fábrica de Ajalvir termina el 21 de octubre de 1841, con la firma del Cura Párroco Don Pedro Mateos.

El Hospital de Ajalvir

Ya desde el siglo XV existía en la mayoría de las poblaciones un local denominado “hospital”, una casa en la que se atendía y se daba de comer a los pobres y viajeros.

Así, en las respuestas de Ajalvir a las Relaciones topográficas de Felipe II en 1576, responden:
    “A los cincuenta y cuatro capitulos respondieron que en esta dicha villa hay un hospital, que el concejo de la dicha villa hizo y sustenta como patron, e que no tiene de renta sino cinco medias de trigo de una tierra, que un vecino particular le mando, y la limosna que el mayordomo allega entre la buena gente del pueblo, e todo lo demas gasto que tiene el concejo lo suple”.
y en las respuestas al Catastro de Ensenada en 1752:
    "A la treinta: Que en esta villa solo ay una Casa con el nombre de Hospital, sin que tenga otra renta que la de una fanega de tierra, por la que dan otra de Trigo".
Existía entonces también un pósito, institución de carácter municipal destinado a mantener acopio de granos, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los años difíciles. Ambos, hospital y pósito, aparecerán citados conjuntamente en el siglo XVI en el libro I de Fábrica de la Iglesia, y mas tarde, en los Diccionarios del siglo XIX:
    “..., 250 vecinos, 1.000 hab., 1 parr., 2 erm., 1 hosp., 1 posito”.
    Sebastián de Miñano y Bedoya. Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal. 1826.

    “Tiene 276 vecinos, 1.110 habitantes, una parroquia, y dos ermitas, un hospital, un posito y un estanco”.
    Francisco de Paula Mellado. España geográfica, histórica, estadística y pintoresca. 1845.

La última referencia conocida del hospital de Ajalvir aparece reflejada en la “Gaceta de Madrid” del 26 de agosto de 1867, como uno de los bienes de Beneficiencia enajenados:
    “Direccion general de contabilidad de la hacienda pública. Bienes de beneficencia e instrucción pública. Ventas posteriores al 2 de octubre de 1858....Beneficencia. Mes de abril de 1865. Hospital de Santa María de Ajalvir. ...”


El último órgano de la Iglesia

En estos días que se ha dado a conocer la noticia de la restauración del histórico órgano de la Iglesia de San Pedro el Viejo de Madrid, una pieza única del último miembro de la dinastía de los Echevarría, “Organeros del Rey” como se hacían llamar, no podemos dejar de recordar que uno de sus miembros, José de Echevarría, fue quien construyó en 1799 el último órgano de la Iglesia de Ajalvir.

De tres órganos hay constancia que existieron en la Iglesia de Ajalvir: el primero, construido en 1597 por Martín Sánchez, que continuará durante toda la vida de la Iglesia anterior, con sus múltiples reparaciones y limpiezas durante casi 200 años. Un segundo órgano, de 1784 por Thomás Romero, durará menos de 15 años, desde la terminación de la cabecera al final de la construcción de la Iglesia actual. El tercero, y último, será construido por Joseph de Echevarría en 1799, al no poder emplear el anterior. Cien años después se pierde su pista.


En 1769 se construye la nueva cabecera de la Iglesia, y en 1776 se terminan las obras de la torre, y se comienzan las diligencias para construir el resto de la Iglesia, que tardará varios años en autorizarse. Mientras tanto, en pocos años, con el aumento de los caudales disponibles, encargan un órgano nuevo, e intentan realizar también un nuevo retablo, que será paralizado por el visitador.

En 1784 se paga el nuevo órgano a Thomas Romero, “Maestro organero en la villa de Madrid”, y en 1786 el mismo le realizará mejoras.


Hasta 1792 no se concede permiso para continuar las obras, construyendo el nuevo cuerpo de Iglesia. Al año siguiente se realiza inventario de todas las existencias de materiales, y en 1796 se terminará la obra.

Durante los años de 1794 a 1797, y mientras se realizaba la obra del cuerpo de la Iglesia, el órgano estuvo almacenado en una casa particular, “frente al Zementerio de esta parroquia”, pagándose un alquiler por ello.

Acabada la obra de la Iglesia, en la Visita periódica a la Iglesia de Ajalvir, mandó el visitador se colocara el órgano, que había estado varios años almacenado y el mayordomo acababa de “conducirle” a la tribuna de la iglesia. Se llamó a Thomas Romero que lo había construido anteriormente para que lo reconociera, pero parece ser que no debía estar en muy buen estado, ya que aunque el visitador indicaba que “... le coloque en la tribuna y parte mas comoda de ella, componiendole de quanto necesite, hasta dexarle a la mayor perfeccion ...”, se construyó otro nuevo de manos de Joseph de Echebarría, interpretando muy ampliamente el mandato: “... el Organo nuevo, que se ha hecho y colocado en esta parroquia a virtud de providencia dada en la proxima anterior visita, ...


En 1799 se paga el nuevo órgano para la Iglesia de Ajalvir a “... Joseph de Echebarria Maestro organero de la Capilla Real y vecino de Madrid su data en esta de Axalvir a diez y ocho de octubre de mil settecientos nobenta y nuebe: y de Joseph Ripol tallista y escultor en dha villa …

En 1801 se pagaría una puerta para la entrada al órgano, y la limpieza y composición de las vidrieras de la Iglesia “... que con motivo de la obra del organo y mucho polbo se habian desplomado y llenado de polvo, ...”

En 1823 Jose Gabriel de la Plaza realiza apeo y reparo del organo. En 1877 todavía existía este órgano, siendo reparado por Pedro Cogolludo, y todavía en 1880 el sacristán seguía recibiendo una asignación anual como organista.


Joseph de Echebarria


Joseph Echebarria, Maestro artifice de organos de Su Magestad vecino de la villa y corte de Madrid,
… Asi aparece en 1787 en la escritura de obligación de hacer un organo para la Iglesia de Osma. Y en 1777, para el organo de la ermita de Talavera, … y de la otra parte don Joseph de echevarria Artifice de organos de su Magestad que Dios guarde y afinador de la Real Capilla vezino de la villa y Corte de Madrid …


Joseph de Echebarria Maestro organero de la capilla Real y vecino de Madrid ... Fue organero de la Capilla Real y de las Descalzas Reales desde 1771 hasta su muerte en 1804.


En 1799 reformará el órgano de la Catedral de Segovia, que había sido construido en 1702 por su abuelo Pedro de Liborna Echevarría, fundador de una dinastía de organeros castellanos, titulados todos ellos como “Organero del Rey”.


La influencia de los Liborna Echevarría, organeros de la Capilla Real, empezó en Madrid en 1689 y no terminó hasta 1853, a la muerte de José Marigómez de Echevarría, sobrino del último miembro del tronco directo, José Liborna Echevarría.

En el Monasterio de Guadalupe, que ya contaba con cuatro pares de órganos en el siglo XVI, destaca el construido en 1702 por Pedro Liborna y Echevarría y colocado en la capilla de San Nicolás de Bari, o el construido en 1754 por Pedro Echevarría, y modificado por José Echevarría, ambos organeros del rey. De la misma forma, en El Escorial construirá en 1704 los cuatro órganos que sustituyen a los construidos por Giles Brebos.

En el coro de la Capilla de la Universidad de Salamanca, el organo conserva en el secreto la inscripción “Don Pedro de Liborna Echevarria maestro de órganos del rey Felipe quinto que Dios guarde me fecit. Anon 1709”. Es el mismo organero que realizará los de la Catedral de Toledo, El Escorial y la Catedral Nueva de Salamanca, este en 1744.

Su sobrino, José Marigómez de Echevarría, su sucesor como organero y afinador de la Real Capilla, construirá en 1832 el órgano del Convento de Nuestra Señora de la Victoria, situado en la Puerta del Sol, según una inscripción en el interior del arca del instrumento, que será trasladado en 1836 a la Iglesia de San Pedro el viejo de Madrid, al ser demolido el Convento a consecuencia de la desamortización de Mendizabal.


Los seises

Según el Diccionario de Autoridades, el primer diccionario de la Real Academia Española publicado en 1739, "Seises llaman en algunas iglesias cathedrales los niños que asisten a choro, y cantan canto de órgano y contrapunto. Llámanse seises porque se fundan en este número".

Clerizones, infantes de coro, monaçillos, monaguillos, seises, ... En la iglesia de Ajalvir, en un principio eran cuatro, pasando poco después a cinco. Entre 1707 y 1740 se les nombrará como seises.

La Catedral de Toledo ya contaba en el siglo XII con cuatro niños escogidos por sus voces para cantar en los actos de culto. A partir de mediados del siglo XV, se fijó su número en seis, dando origen al nombre de “Seises”.

En el Libro III de Fábrica de la iglesia de Ajalvir, hasta la visita del año 1707, se refleja el salario de los monaçillos. A partir de este año, y continuando en el Libro IV, en las visitas de los años de 1711 a 1735, se reflejan los gastos del salario de Seises, cumpliendo su pago por San Miguel de Septiembre, además de otros gastos como zapatos, sobrepellices y ropa blanca para ellos. Continua en el Libro IV y a partir de 1740 vuelve a nombrarselos como Monacillos, continuando en el Libro V desde 1760. En 1770 se les citará como acólitos, y continuarán apareciendo hasta el final del libro VI en 1840.


Entre los años 1675 y 1679, la visita a la iglesia de Ajalvir fue realizada por el Doctor D. Alonso Martinez Abad, que en el Sinodo del año 1660 aparece como testigo sinodal: “... el Licenciado Alonso Martinez, Abad racionero y cura propio de la Santa Yglesia Magistral desta dicha villa, ...”, y examinador en el Sínodo de 1682, “El Doctor Don Alonso Martinez Abad, Vicario General de este Arzobispado, y Maestrescuela de Alcalá”, y en 1688 lo encontramos como “Dignidad y Canonigo en la Santa Iglesia Magistral de esta Villa de Alcala, y Vicario General de la Audiencia, y Corte Arzobispal della, y en todo el Arçobispado de Toledo, &c.”.

En la visita de 1677 a la iglesia de Ajalvir de D. Alonso Martinez, aparecen nombrados los monacillos: “... a gastado en el prezio y compra de doze varas de lienzo para sobrepellizes a los monazillos a siete reales y medio”. Y en los mandatos de esta visita ordena que:
    Otro si aviendo sido ynformado de la poca enseñanza de los niños de esta villa asi por omision en de no embiarlos a la esquela y averse esperimentado no criarse en buenas costumbres [...] a la asistencia de la Yglesia Mando su merced para remedio de lo qual que el sacristan de esta yglesia tenga escuela en ella aunque sean pocos los niños que acudan a ella y no solo les enseñe a leer y escrvir si no la doctrina christiana y el ayudar a misa para que lo hagan todos los dias en las que se dixeren en esta yglesia ... = y asi mismo a quatro de los niños que mas acudieren al servicio de la yglesia se les de a cada uno zapatos en la Pascua de Navidad en señal de su buena inclinacion y exercer el ministerio tan ynmediato al agrado de Dios, ...
La creación de esta escuela en la iglesia de Ajalvir pudo ser influenciada por las ideas del Dr. Antonio Escudero de Rozas, en 1649 Capellán Mayor de San Justo, maestrescuela de la iglesia Magistral, que había sido colegial Mayor de San Ildefonso, y que pasó como canónigo a la catedral de Toledo, que también tenía sus “seises”. Por disposición testamentaria en 1668, ordenó que de forma inmediata se crease un colegio bajo la advocación de los santos Justo y Pastor, legando mil ducados de renta anual para su sustento y el del rector. Con ello pretendía que "se críen muchachos que sirban al choro de la Santa Iglesia". Asi mismo pidió al abad y cabildo de la Magistral que tomaran bajo su protección dicha fundación. Deberían elegir a hijos de padres labradores o con ocupaciones decentes del entorno de Alcalá, especialmente de Torrejón de Ardoz. Asi nació el Colegio de Infantes o Seises en Alcalá de Henares a principios del siglo XVIII, en 1702.

A partir de este año de 1677, se le pagarán al sacristán 6 ducados anuales por la escuela de niños, y a cada uno de los cuatro “monaçillos” un par de zapatos anual. Así, los zapatos costaron a 11 reales el año 1680, y a 6 el año siguiente. En 1685 el número de monaçillos pasa a ser de cinco.

En 1698 los monacillos en la iglesia de Ajalvir continúan siendo cinco, cuando se les compran sobrepellices, y además comienzan a recibir un salario anual de 6 reales cada uno, que se mantendrá durante muchos años la cantidad total de 30 reales, aunque el número de monacillos se redujera a tres a mediados del siglo XVIII:
    Salario de monaçillos 97 98. Yten dos mill y quarenta mrs de salario de los monaçillos de dhos dos años a mill y veinte maravedis
    Recivensele en data tres mill setecientos y seis mrs que parecio haver gastado de los çinco sobrepellices para los monaçillos de ilo y echura ...
En 1713 parece ser que desaparece la escuela de la iglesia a cargo del sacristán: “al dho por enseñar los niños= No se carga cossa alguna por no haverse pagado por no tener escuela”.

En 1753, y años sucesivos, son tres monacillos, como se refleja claramente en 1760:
    Yt ocho mil Ciento y sesenta mrs satisfechos a los Monacillos desta yglesia, en ocho años vencidos en san Miguel de septiembre de este presente de la fecha, al respecto de 30 reales en cada uno, diez a cada monacillo de los tres que asisten

Al final del último libro de fábrica, en 1837, se refleja como se mantiene todavía la constumbre de comprar zapatos a los monaguillos:

    Este mismo [el cura] ha mandado que por via de gratificacion se les compre por la fabrica doce pares de zapatos desde el tiempo que ha mediado desde la ultima visita, su importe ciento cuarenta y siete reales, ...

Ajalvir en 1888

De la “Guía de Madrid y su provincia”, de Andrés Marín Pérez, publicada en 1888, entresacamos algunos apuntes sobre Ajalvir.


Ajalvir

En un reducido valle, rodeado de varias colinas, a cinco kilómetros del Jarama, se levanta este pequeño pueblo.

Soplan en él toda clase de vientos, siendo más frecuentes los del E. en primavera y los del N. en el invierno.

Tiene alegre horizonte, despejado cielo y saludable clima.

...
Súrtense los vecinos de las aguas que necesitan para su gasto ordinario de las dos fuentes, llamadas de “Arriba” y de “Abajo”, que tiene en sus inmediaciones.
...
Figura este pueblo con 350 vecinos y 730 almas, que viven en las 300 casas de modesta construcción que tiene agrupadas en las calles Mayor, Real, Almendros, Paloma, Taberna, Cura, Soledad, Gitanos, San Roque, Iglesia, Cobeña y de la Fuente, más la plaza de la Constitución.

Dista de Alcalá de Henares 11 kilómetros y 22 id. de la capital.


Recórrese en caballería la primera distancia y en coche la segunda. Cuesta el alquiler de la caballería 2 pesetas y 3 id. el del coche.


... la iglesia parroquial, denominada de la Concepción. Este antiguo templo posee una buena torre, tiene buen aspecto exterior, dos naves [sic] en el interior con los doce altares llamados de la Paz, Mayor, Soledad, del Rosario, San Ramón, San Nicolas y San Miguel, del Carmen y San Antonio, San Isidro, San Martin y Nuestra Señora del Amor Hermoso.


Conserva además dos ermitas, en cuyas reducidas capillas se celebran con júbilo la festividad de sus titulares.

...
La Casa Consistorial se halla tan descuidada, que de no reformarla pronto, amenaza ruina.
...
Para hospedaje existe una posada pobremente acondicionada, cuyos precios oscilan entre 2 y 4 pesetas, según las exigencias de los huéspedes.
...

San Gerónimo el Real

Los monjes del Monasterio de Santa María del Paso, fundado por Enrique IV en 1459 a las orillas del Manzanares en el camino de Madrid al Pardo cerca de la ermita de San Antonio de la Florida, tuvieron posesiones en Ajalvir, según refleja un pleito que terminó en 1555.

Santa María del Paso cambió su nombre por el de San Geronimo el Real: “Embio tambien a dezir el Rey al capitulo general del año sesenta y cinco, que avia mudado de parecer en lo del nombre del monasterio, que al principio quiso se llamasse nuestra Señora del Passo, y agora quería se llamasse san Geronimo el Real de Madrid”. Y en 1502 sería trasladado a su actual emplazamiento por los Reyes Católicos a lo alto del Prado viejo de Madrid. “... este monasterio de San Jeronimo el Real quando se mudo del Paso Viexo ... entre los caminos biexo y nuevo que ban de Madrid a Vicalbaro”.

En 1521 muere Alonso Jimenez, quien había comprado en 1495 un heredamiento con casas principales y olivos al prior del monasterio de San Gerónimo el Real de Madrid que poseían estos en término de Ajalvir: “que el dho alonso jimenez fallecio desta presente vida Abia dexado unas casas principales e un heredamiento de tierras [...] olibos el qual el dho alonso jimenez abia comprado del prior frayles e conbento del monesterio de san hieronimo del rreal de la dha villa de madrid ...”.

En 1552 sus herederos entablan pleito entre ellos, finalizando el pleito tres años después. En la ejecutoria del pleito figura el traslado de la carta de venta de las tierras del monasterio en 1495:

    “Sepan quantos esta carta de venta vieren como yo fray diego de villalon prior del monesterio de san geronymo el rreal estramuros de la noble villa de madrid, ... estando juntos en nuestro capitulo a campana tañida segun lo abemos de uso e costunbre de licencia de esta que se sigue fray gonçalo de Aro prior del monesterio de san bartolome de lupiana e general de la horden de nuestro padre fray geronymo ...

    me hice pedido y notificado que este dho monesterio tiene una heredad en el lugar que se llama ajarbir en que ay tierras de pan llebar [...] dos pares de casas cuatrocientas olibas e corraliças e un alamo con algunas otras menudencias e con [...] mrs e censo sobre un majuelo el qual acava ... lo qual todo queria de bender por ser de poco probecho e por estar apartado del dho monesterio ...

    di esta mi carta firmada de mi nonbre sellada con el sello del dho monesterio fecha en el dho monesterio de san bartolome a tres dias del mes de dicienbre del nacimiento de nuestro salbador jesuxpo de mill e cuatrozendos e noventa e cinco anios ...”

A principios de este año de 1495 había muerto el Cardenal Mendoza, Arzobispo de Toledo, cuyas exequias se celebraron en este monasterio de San Geronimo, y le sustituye el Cardenal Cisneros, quien años mas tarde influiría en el trueque de tierras por el que se adquirieron los terrenos para el nuevo monasterio de San Gerónimo.

Las tierras de pan llevar de este heredamiento estaban situadas en el “valle de la horca”, en Ajalvir: “... que quiriendo llebar los frutos e pan que a segado de la tierra del valle de la horca ...”. De nuevo aparece la cita de la horca en término de Ajalvir (10 de marzo de 1554).

Pleitos de hidalguía

Desde el año 1506 se conservan en el Archivo de la Real Chancilleria de Valladolid ejecutorias de pleitos de hidalguía referentes a Ajalvir. Reproducimos algunos párrafos de una de las dictadas en 1506, que además aparece como un traslado de la misma en otras sentencias ejecutorias de 1583 y 1606, de descendientes de los primeros litigantes.

Observemos como en el año 1506 Ajalvir ya aparece nombrada como villa y dependía del Arzobispo (de Toledo), al que pechaban, pagaban los tributos, por ser el propietario de las tierras.

... la villa de ajalbir que es cerca de la villa de alcala de enares ...

    Dona Juana por la gracia de dios Reyna de las villas de leon de granada de toledo de galicia de sevilla de cordoba de murcia de jaen de los algarbes de algecira de gibraltar y de las islas de canaria y de las yndias y islas y tierra firme del mar oceano princesa de aragon y de las dos secilias de jerusalen archiduquesa de austria duquesa de la borboña y de brabante condesa de flandes y de tirol señora de vizcaya y de molina

    a los concejos corregidores y jueces y alcaldes y alguaciles e merinos y otros jueces e justicias qualesquier ansi de la villa de ajalbir que es cerca de la villa de alcala de enares como de todas las otras ciudades villas y lugares de los mis Reynos y señorios que agora son y seran de aqui adelante ...

    ... dijo que seyendo como heran los dhos sus padres homes fijosdalgo de padre y aguelos y debengar quinientos sueldos segun fuero de castilla y estando y abiendo estado ellos y los dhos su padre y abuelo en tal posesion de omes fijosdalgo de diez y veynte y treynta y quarenta y sesenta años aquella parte y mas tiempo y de tanto tiempo aquella parte que memoria ...

    ... e dijo que en la dha villa de agalbir pechavan los pecheros pecho forero e moneda y el calçe de los molinos y labrar el majuelo del arçobispo e otras serbentias y llebar el pan donde manda el arçobispo e otras cosas e pedidos e pechos

    ... e dijo que los pecheros de la dha villa de ajalbir pechaban al arçobispo ciertos pechos y les acian çaensos [?] serbicios e abrian pechado la hermandad en lo qual non pechaban los fidalgos ...

    ... e bibia e moraba en el dho lugar de ajalbir e bibia en habito de escudero teniendo caballo a las veces ...

    ... mando al mi justicia mayor e a su lugarteniente e a los alcaldes e aguaçiles de la mi casa y corte e chancilleria e a los corregidores jueces e alcaldes e alguaciles e merinos y los jueçes e justiçias del dho lugar de ajalbir e de todas las otras dichas ciudades villas y lugares de los dhos mis Reynos y señorios que agora son y seran de aqui adelante y a los duques condes marqueses Ricos omes mastres de las ordenes perlados abades priores comendadores e subcomendadores alcaydes de los castillos y casas fuertes y llanas de todas las dichas ciudades villas y lugares de los dichos mis Reynos y señorios que ahora son o seran de aqui adelante e a cada uno e qualquier dellos e quien esta dha mi carta fuere mostrada ...

    ... esta mi carta executoria de las dhas sentencias escrita en pergamino de cuero y sellada con mi sello de plomo pendiente en filos de seda de colores dada en la noble villa de valladolid a veynte y tres dias del mes de novienbre del año del nascimiento de nuestro salbador Jesuxpo de mil e quinientos e seis años
Citan a sus padres y abuelos ser "hijosdalgo de bengar quinientos sueldos segun fuero de Castilla", lo que nos da a entender la antigüedad del título.


Pedro de Medina

En el año 1548 Pedro de Medina publica su obra “Libro de grandezas y cosas memorables de España. Agora nuevo fecho y recopilado por el Maestro Pedro de Medina vezino de Sevilla”, que mas tarde será ampliada y reeditada en 1595 por Diego Perez de Messa, catedrático de Matematicas en la universidad de Alcalá.

En él, ya se refleja la importancia de Ajalvir y sus cosechas:


“… la villa de Alcalá, sabe todo el mundo que goza de una tierra muy apazible, de un cielo muy clemente. Tiene al derredor de si muy buenos pueblos, y aldeas muy abundantes de trigo, cevada, todo genero de semillas, y frutas, y de mucho vino, y azeite, como son Meco, las Camarmas, Axalvir, Tordelaguna, Torres, Lueches, Santorcaz, y otros, …”

De esta obra, dedicada al entonces príncipe Felipe, pretendiendo proporcionarle enseñanzas de la poderosa nación sobre la que gobernaría mas tarde, se han realizado muchas reediciones ampliadas y coregidas. Basada en los textos de los geógrafos clásicos, como Mela y Plinio, y otras crónicas y leyendas, es una historia de diferentes ciudades peninsulares. Es conocida como la “primera guía de la España imperial”, aunque Fernando Cólon comenzó algo similar una generación antes, en 1517, abortada por el rey Carlos I según provisión del 13 de junio de 1523.

A partir de 1575 Felipe II sería el responsable de las famosas Relaciones, cuestionario enviado a las autoridades locales de toda Castilla y las Indias para “promover la honra y ennoblecimiento destos reynos”.

Otras ventanas

Ventanas con dintel curvilíneo, similares a las existentes en Ajalvir, Olias, etc., existen en Madrid, en la Iglesia de San Martin, la actual de estilo barroco, contruida a partir de 1725, atribuída a Pedro de Ribera, discípulo de José Benito de Churriguera, al que se le atribuye la portada.

Una sobria fachada de ladrillo con dos torres en sus extremos, en la que destaca, sobre su puerta de acceso, la hornacina que alberga a la Virgen de Porta-Coeli apareciéndose al fundador de los Clérigos Menores.

El actual templo ocupa el antiguo edificio fundado en 1648 del convento de Portacoeli de los Clérigos Menores Regulares llamados caracciolos, orden fundada en Italia en el siglo XVI por Juan Agustín Adorno, sacerdote de Nápoles, junto con San Francisco Caracciolo, nacido Ascanio, (1563-1608), que se instaló en España en tiempos de Felipe II. Antes de estos ocuparon este mismo lugar, aproximadamente hasta finales del siglo XVII, otros religiosos, los oratorianos de San Felipe Neri.

Con la desamortización de 1835 y los decretos de exclaustración, los caracciolos tuvieron que abandonar el templo y entonces se aprovechó la ocasión para trasladar allí, en 1836, la antigua parroquia abadial de los benedictinos de San Martín cuyo primitivo edificio en la plaza de su nombre, cerca de las Descalzas Reales fue derribado en época de José I, en 1809, y el convento posteriormente.

"... y habiendo sido arruinada la iglesia en tiempo de la invasion francesa, se trasladó la parroquia a la iglesia de Portacoeli, en la calle Desengaño, frente a la del Horno de la Mata, que era antes de clérigos menores de S. Francisco Caracciolo".

Ajalvir, villa inmemorial (III)

... Continuación

Los signos distintivos de villazgo eran el rollo o columna de piedra que ponian a la entrada de la población, y la horca, situada a las afueras en situación elevada. En las respuestas de Ajalvir a las Relaciones de Felipe II en 1576, responden

“… es villa, camara de la dignidad arzobispal de Toledo de tiempo inmemorial a esta parte, de que no hay memoria al contrario, e que tiene horca e picota como tal villa de tiempo inmemorial a esta parte,…”

Tambien gozaban entonces sus jueces de la primera instancia, no dependiendo de Alcala para ello: “… esta villa esta treinta e dos leguas de la chancilleria de Valladolid, donde van los pleitos de esta villa en grado de apelacion siendo de mayor cuantia.”

En la carta de Venta de la Villa de Ajalvir de Felipe II del 19 de julio de 1586, se confirman todos los derechos como villa, tal “como lo hazia la dicha Dignidad Arzobispal de Toledo”:

“… y os hago villa de por si, y sobre si, y lo leays, y os llameys e intituleys asi para que en la dicha villa y en los dichos sus terminos e jurisdicion e dezmeria usseis y exerçais nuestra jurisdicion civil y criminal alta y baxa mero mixto imperio según y como lo hazia la dicha Dignidad Arçobispal de toledo, Arçobispo e yglesia della en la dicha villa de Axalvir. Y podais poner y pongais y tener y tengais en la dicha villa y sus terminos para la execucion de la Iusticia, horca, picota, cuchillo, carcel, cepo, açote, y todas las otras insignias de Iurisdicion que se suelen y pueden tener y fueren nescessarias para lo suso dicho;…”

De 1552 tenemos referencias de la existencia de la horca en Ajalvir, cuando en el Alfoz de Alcalá todavía no habían comenzado sus aldeas a comprar su villazgo. (Ver en el anterior, como una de las primeras es Torrejón de Ardoz en 1554). Del traslado de la donación de Martin de Benito y Catalina Juanete de sus bienes para conformar la Capellanía que fundaron en 1552.

"digo que yo y Catalina de juanete my mujer que emos firmado una capellania en la yglesia de nuestra señora desta villa y en el altar de san blas della, y la dotamos de ciertos bienes mios y suyos ...
... otorgada en la villa de ajalvir a primero dia del mes de febrero año del nascimiento de nuestro señor salvador jesucristo de mill y quinientos y cinquenta y dos años ..."


En la relación de los bienes que poseían en Ajalvir, citan una tierra de 7 fanegas de sembradura junto a las eras, posiblemente bajo el cerro de la Utrera, junto al Camino de los Pozos:

"... y de la otra parte de sol saliente descabeza esta tierra en el sitio comun que esta asentada la horca que se dize el cerro de la buytrera y de la otra parte ..."

Y en el apeo realizado de sus propiedades en el año de 1559,

"yten apearon otra tierra do se dize al valle de la horca ... e de parte de arriba donde esta sentada la horca tierra comun que labra ..."


Ajalvir, villa inmemorial (II)


El año de 1554 comienzan las declaraciones de villazgo, firmadas por la princesa doña Juana “gobernadora de estos reinos”, en ausencia del emperador Carlos I, y Ajalvir ya figura entonces como villa.

En el Privilegio de villazgo de Torrejón de Ardoz, dado en 1554 por Carlos I, y firmado por la princesa doña Juana en Valladolid, incorpora el documento de petición del Cardenal Siliceo “Don Carlos por la divina clemencia emperador semper augusto Rey de alemania doña juana su madre ... Don Juan martinez siliceo arçobispo de toledo maestro del serenisimo Rey de ynglaterra nuestro muy caro e muy amado nieto e hijo firmada de su mano cuyo thenor es este que se sigue. Don juan martinez siliceo por la miseracion divina arçobispo de las iglesias de toledo primado de las españas chanciller mayor de castilla Dezimos que el nuestro lugar de torrejon de ardoz es subjecto a la nuestra villa de alcala e tiene sus terminos e dezmerias divididos y conocidos por hitos y mojones de los lugares con quien confina ques con el termino de la villa de madrid e con el termino de la Villa de paracuellos, ques de ares pardo e con el termino de la villa de ajalvir e con la villa de dagançuelo e con el termino de la hinojosa que son de nuestra dignidad arçobispal e con el pasto comun de torote que es de la dicha nuestra villa de alcala e de su tierra ...

Observemos como Torrejón aparece como “lugar” de Alcalá, mientras cita a Ajalvir y Daganzuelo como “Villas” del arzobispado de Toledo.

Juan Martinez Siliceo, arzobispo de Toledo desde 1545, fue el preceptor del principe, el futuro rey Felipe II desde que este tenía seis años, hijo de Carlos I y nieto de Doña Juana I de Castilla, “Juana la Loca”. La princesa doña Juana de Portugal, hermana de Felipe II, es la que firmaría en ausencia de su padre el emperador.

También el mismo día, y a petición también del Cardenal Silicieo, la princesa Juana firmó el villazgo de Pezuela de las Torres, según responden en las Relaciones de Felipe II: “... a suplicacion del ilustrisimo señor don Juan Martinez Siliceo, arzobispo de Toledo y señor de la dicha villa, Su Magestad del emperador don Carlos la eximio de la jurisdicion de la villa de Alcala, y les dio privilegio de jurisdicion firmado de la serenisima princesa doña Juana, gobernadora de estos reinos por ausencia del Emperador su padre, ...”

Y en Villalvilla declaran: “... este pueblo es villa dende el año de mil e quinientos y cincuenta y cuatro por prevelegio firmado de la serenisima princesa doña Juana gobernadora de estos reinos, ...”

Diez años mas tarde la mitad de las aldeas de la tierra de Alcalá se habían convertido en villas (ver cuadro anterior), y las que constituían el Cuarto de Cámara, tambien llamado la "Casería de Alcalá", que se consideraban villas antiguas, fueron sometidas a pleito en 1567

"Pleito de Concejo, justicia y regimiento de Alcalá de Henares (Madrid)
Concejo, justicia y regimiento de Santos de Humosa, Los (Madrid)
Concejo, justicia y regimiento de Ajalvir (Madrid)
Concejo, justicia y regimiento de Ambite (Madrid)”
“Pedir que se someta a la jurisdicción civil y criminal de Alcalá de Henares los concejos de Los Santos de Humosa, Daganzo de Abajo, Ajalvir y otros, y no tengan jurisdicción propia."
Archivo de la Real Audiencia y Chancilleria de Valladolid.

pleito que continuaría hasta 1578, cuando comienzan a desmembrarse del Arzobispado de Toledo, siendo consideradas formalmente como villas.

Desde comienzos del siglo aparece Ajalvir como villa. En 1506, en varias ejecutorias de hidalguia se cita "... de la villa de Ajalbir termino de alcala de fenares ...", así como en otros documentos de años sucesivos. Incluso en una Carta de poder dada por el Común de la Tierra de Alcalá y firmada el 6 de febrero de 1560 en Torres, aparece Ajalvir como villa, “… ; e de la villa de Ajalvir, Lucas Garcia, regidor e Miguel de Benbricura, procurador, e Miguel Garcia, hombre bueno; …


El juego de pelota

En la Castilla del siglo XIII, Alfonso X en el prólogo del Libro de los Juegos, “ferir la pellota” era una de los juegos destinados a fortalecer el cuerpo, uno de los juegos que “se fazen de pie”.

Como jugaba a pelota os mancebos en un prado”.
Un jugador se dispone a golpear con un bate la pelota que otro jugador sostiene.
Cántigas de Santa María - Cantiga 42 b de Alfonso X

ferir la pelota” hace referencia a diversos ejercicios deportivos y competitivos muy presentes en la vida cotidiana de todos los grupos sociales, juegos consistentes en golpear, al aire o a ras de tierra, un objeto redondo con las manos, los pies o con ayuda de un palo u otro objeto.

En la Baja Edad Media, el común de las gentes solia jugar en la calle aprovechando muros y fachadas. En sus distintas formas, la pelota fue practicada por jóvenes de toda condición, e incluso, por la afición del clero, la legislación canónica les vetaba su participación, como en las Partidas, (Partida I, Titulo V, Ley LVII.)

“Que los perlados no deven de yr a ver los juegos, nin jugar tablas ni dados, nin otros juegos que los sacassen de sossegamiento. ... Otrosi, non deven jugar Dados, nin Tablas, nin Pelota, nin tejuelo, nin otros juegos semejantes destos ...”

En las Constituciones Sinodales se repite siempre desde el siglo XVI “que en los cementerios nadie juegue”: “... y somos informados que algunos legos ... y otros en los cementerios de ellas, juegan a los naipes, pelota, bolos, herron, y al mojon, y hacen bailes y danzas; ...”

El juego a la pelota era una constumbre muy arraigada no solo en Castilla, sino en toda la península y muy difícil de eliminar. Como por ejemplo en la Iglesia de Santa María de Sangüesa, donde un mandato de 1580 se refiere también a los naipes y a la pelota, reiterando el mandato en 1640:

Otrosi porque fuimos informados que en el cimenterio de la iglesia de Santa Maria ay mucha profanidad de juegos de naipe y pelota, de lo qual an resultado muchos incombenientes de riñas y juramentos y blasfemias contra Dios Nuestro Señor, y suelen suceder dandose puñadas, de lo que ha resuelto biolarse dicho zimenterio, y en adelante podria suceder lo mismo ...

Que por quanto es muy indecente que juegue a la pelota en el cementerio y corre peligro de poderse violar, so pena de excomunion que nadie juegue a la pelota en el dicho cementerio.


Ajalvir tampoco fue ajeno “a jugar a los naypes y a la pelota”. Así, en 1655 el visitador prohibe jugar a la pelota dentro del cementerio, el atrio actual:

Por quanto su merced a sido informado que algunos de los vecinos de esta villa y otras personas se sientan a jugar a los naypes y a la pelota dentro del cimenterio y sagrado del contorno desta Yglesia. = Y ansimismo se forman bayles de hombres y mujeres sin respeto al Lugar y en de servicio de Dios nuestro Mando su merced que de aqui adelante ninguna persona de qualquier estado y condicion que sean juegue ni bayle en el dho lugar pena de excomunion mayor ...

Ajalvir, villa inmemorial

Generalmente un núcleo de población obtenía el título de villa como reconocimiento de ciertos privilegios. En algunos casos, la costumbre popular la ha denominado siempre como villa, dada su importancia dentro de su entorno. Ajalvir, junto con Santorcaz, Los Santos, Daganzuelo y Ambite, que formaban el “Cuarto de Cámaras” perteneciente al Arzobispado de Toledo, dentro del alfoz de Alcalá, territorios donde el Arzobispo poseía algún tipo de residencia.

Así respondieron estas villas en las Relaciones de Felipe II:

Ajalvir: “Al tercero capitulo respondieron que es villa, camara de la dignidad arzobispal de Toledo de tiempo inmemorial a esta parte, de que no hay memoria al contrario, e que tiene horca e picota como tal villa de tiempo inmemorial a esta parte, e que han oido decir que en el becerro de la iglesia mayor de Toledo y archivos del arzobispado de Toledo esta la declaracion de cómo es villa e camara del arzobispado de Toledo”.

Daganzuelo: “Al tercero capitulo decimos que es villa antigua con horca y picota.”

Ambite: “… es tan antigua villa como la villa de Alcalá de Henares … la dicha villa es antigua de cuatrocientos años mas o menos según las escripturas antiguas …”

Santorcaz: “Declaran el dicho Santorcaz ser villa de mas de trescientos años a esta parte como por algunas cartas y escrituras antiguas parece … Declaran que la dicha villa es de la mesa arzobispal de Toledo, y una de las cámaras que la dignidad tiene… “

Los Santos de la Humosa: “3.- Declaran que este dicho pueblo es villa muy antigua de mas de trescientos años a esta parte, y tiene jurisdicción civil y criminal distinta y apartada de todas las demás villas y ciudades que están en su contorno y no tiene título alguno de ello más de costumbre y posesión inmemorial”.

En Los Santos lo dicen muy claro: “... y no tiene título alguno de ello más de costumbre y posesión inmemorial”.

Oficialmente, Santorcaz obtuvo el título de Villazgo en 1486, aunque desde 1277 tenía ciertos privilegios similares a los de las villas. Es desde esta fecha, trescientos años antes, cuando se considera villa, no solo Santorcaz, sino también las demás poblaciones del Cuarto de Cámaras del Arzobispado de Toledo.

En 1486 se cita “... de la dicha villa de Alcala de Henares e su tierra e comun, e de la dicha villa de Santorcaz e sus adegañas, ...”. Tras el villazgo de Santorcaz, las demás aldeas de las Cámaras debieron obtener su villazgo. Los Santos aparece como villa a finales del siglo XV, y la propia Alcalá reconoce en 1526, “las villas de Ajalvir y Daganzuelo”, en la mojonera de Alcalá y su tierra. Ambite será citada como villa desde 1537. En documentos anteriores, de principios del siglo XVI, se cita como “la villa de Ajalvir”.

Ya en 1509, en el Fuero Nuevo, se hace distinción entre estas y el resto de los lugares de la Tierra de Alcalá: “Don fray francisco ximenez, por la divina miseraçión, cardenal de españa, arçobispo de toledo, primado de las españas, chançiller mayor de castilla, al conçejo, justicia, regidores, cavalleros, escuderos e omnes buenos de nuestra villa de alcalá con sus adegañas e a los conçejos de los lugares de la tierra e comun desta dicha villa, en que entran santorcaz e embite e los santos e dagançuelo e ajalvir, lugares de nuestra camara”.



En la tabla adjunta vemos como el alfoz de Alcalá en el tiempo de las Relaciones de Felipe II podemos dividirlo en tres grupos: La Casería de Alcalá, citada anteriormente, donde todas las poblaciones declaran ser villas muy antiguas, y de las que no se posee fecha de villazgo. En los Privilegios de exención del Arzobispado de Toledo, aparecen como villas.

En segundo lugar, Alcalá y su Tierra, villas que lo son desde 1554 en adelante, no mas de 22 años atras, villazgo conseguido mediante pago a la Hacienda Real.

Y por último, las Aldeas de la Tierra de Alcalá, poblaciones que todavía eran aldeas cuando se eximieron.

Mira-Rio

En la toponimia aparecen, además de las Torres, Torrejones, Atalayas y Atalayuelas, otros lugares en alto como Buenavista, Bellavista, Mirabueno o Mirario, referidos tambien a puntos naturales de vigilancia de un camino, quizás romano, paralelo al río y cerca de un vado para atravesarlo.

La toponimia de Mira nos indica que se trata de un lugar elevado desde el que se divisa una gran extensión de territorio, y podría ser sinónimo de atalaya. De indiscutible origen prerromano, deriva sin duda, de la raiz preindoeuropea “mir” “cabeza”, que como orónimo significa “cerro, cabezo, colina”, y está en la base de muchas poblaciones peninsulares, como Miranda.

El hidrónimo prerromano Mira aparece en la toponimia peninsular antigua. Existen diversos rios “Mira” y localidades a orillas de un rio con el mismo nombre. Derivados como Miranda, que podría asimilarse a “mirador, lugar de buena vista”, en su origen “lo que debe ser visto”, dan nombre a poblaciones ribereñas. Según algunos diccionarios de topónimos, el nombre vendría del latín miranda, que quiere decir mirador, atalaya para otear el horizonte.

Tendencia muy antigua y bastante común es unir el nombre común “río” con el nombre propio, apareciendo soldado al hidrónimo. Así, “río Henares”, cuando Nahr significa precisamente río. Lo mismo ocurre en “Mira-Rio”, donde Mira es equivalente a río. En ambos casos se produce una repetición, donde las dos palabras significan lo mismo.


Fragmento del mapa del IGN de 1965.
Vemos como el camino de Alcalá cruzaba el pueblo y continuaba hacia Villanueva.

Mira-Rio, a mitad de camino entre Ajalvir y el primitivo Belvís, con sus 742 metros de altura, proporciona un punto de vigilancia sobre el Jarama.

Belvís. Es lo mismo que bella vista, sitio a propósito para ver a lo lejos”.

Los historiadores hacen mención de la [ermita] de nuestra Señora de Belvís, que es lo mismo que de Bella-Vista, una legua de Cobeña; …” 1790.

El Vértice geodésico 53.502, Mira-Rio, “Situado en una loma de tierra de labor, en la intersección de tres lindes, a unos 2,8 Km. al Sur de Cobeña.”


Ajalvir y Daganzo

"ESTE PUEBLO, AJALVIR. Y AQUEL PUEBLO, DAGANZO DE ARRIBA. Lo advierto por si alguien pudiera creer que es un pueblo único "duplicado" por un asombroso espejismo. Y desde el primero hasta el último término del panorama, una escenografía alucinante para los deseos que se desalan y para las ilusiones que se marchitan. El hombre en este paisaje es viejo desde que nace".

Foto y texto extraídos del libro "Crónica y guía de la provincia de Madrid", de Federico Carlos Sainz de Robles. 1966.

Homenaje a Nuñez de Arce

En el homenaje a Gaspar Nuñez de Arce, presidente de la Asociación de Escritores y Artistas la víspera del dia de Reyes de 1894, Perez Zuñiga leyó una carta "de una fregona a un soldado”. Carta en quintillas, dirigida a un soldado de Melilla por su novia desde Madrid. En ella cita Ajalvir:


No se quien me hizo sentir
si es de Soria u de Ajalvir,
ni si es bajo o larguirucho;
lo que si se te decir
es que a mi me gusta mucho.


En el homenaje al poeta estuvieron José Echegaray, Alberto Aguilera, Zorrilla San Martin, Pérez Galdós, Ferrari, Julio Vargas, Fernández Shaw, entre muchos otros.

En Valladolid fue colocada una placa en la calle Cárcaba con su nombre en la casa donde nació. Y en Toledo cambiaron de nombre a la calle del Correo por la de “Nuñez de Arce”, colocando una placa en la casa donde vivió.

Texto completo publicado en "La Iberia" el 6 de enero de 1894.