Según el Diccionario de la RAE, transparente es la “ventana de cristales que ilumina y adorna el fondo de un altar”. Se desarrolla a lo largo del siglo XVII, con el Barroco.
En el Barroco, uno de los mejores medios que encontró la iglesia para atraerse a los fieles fueron los recursos y técnicas propios del teatro. A mediados del siglo XVI, el Concilio de Trento otorgó al retablo el espacio consagrado dentro de la iglesia para revalorizar el culto a los santos por medio de la imagen. Asi, la utilización de la luz desde el punto de vista escénico, consigue transmitir de manera mas eficaz los mensajes.
A partir del siglo XVI aparece el tabernáculo, insertado generalmente en el retablo o de forma independiente como representación del culto a la Eucaristía. Así debía estar insertado en Ajalvir en 1653, cuando se cita “… sacar afuera del retablo el monumento porque se echaba a perder el retablo”.
En la cabecera de la Iglesia de Ajalvir, existe una gran ventana para iluminar el Sagrario dentro del retablo. Ya existía en la edificación anterior, y en 1659 hay referencias de “una vidriera con su marco para la ventana que da luz al altar mayor“. En 1722 se cita “agrandar una ventana para dar luz a la capilla mayor”.
En la nueva iglesia construida a partir de 1760, se mantiene el transparente de la cabecera. En 1915 se cita el trasparente en la ventana del altar mayor para iluminar el sagrario, ventana que debió de cerrarse en la restauración de 1945, descubriéndose nuevamente en la de 1995.
En el retablo de Torrejón de Ardoz, de José Rates y José de Churriguera, realizado en 1675, tenía en su centro, además del cuadro de Claudio Coello, un trasparente para iluminar la custodia.
También José Rates había trabajado poco antes de su muerte en 1684 en un retablo en Ajalvir.
En el Barroco, uno de los mejores medios que encontró la iglesia para atraerse a los fieles fueron los recursos y técnicas propios del teatro. A mediados del siglo XVI, el Concilio de Trento otorgó al retablo el espacio consagrado dentro de la iglesia para revalorizar el culto a los santos por medio de la imagen. Asi, la utilización de la luz desde el punto de vista escénico, consigue transmitir de manera mas eficaz los mensajes.
A partir del siglo XVI aparece el tabernáculo, insertado generalmente en el retablo o de forma independiente como representación del culto a la Eucaristía. Así debía estar insertado en Ajalvir en 1653, cuando se cita “… sacar afuera del retablo el monumento porque se echaba a perder el retablo”.
En la cabecera de la Iglesia de Ajalvir, existe una gran ventana para iluminar el Sagrario dentro del retablo. Ya existía en la edificación anterior, y en 1659 hay referencias de “una vidriera con su marco para la ventana que da luz al altar mayor“. En 1722 se cita “agrandar una ventana para dar luz a la capilla mayor”.
En la nueva iglesia construida a partir de 1760, se mantiene el transparente de la cabecera. En 1915 se cita el trasparente en la ventana del altar mayor para iluminar el sagrario, ventana que debió de cerrarse en la restauración de 1945, descubriéndose nuevamente en la de 1995.
En el retablo de Torrejón de Ardoz, de José Rates y José de Churriguera, realizado en 1675, tenía en su centro, además del cuadro de Claudio Coello, un trasparente para iluminar la custodia.
También José Rates había trabajado poco antes de su muerte en 1684 en un retablo en Ajalvir.
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